Reflexiones

     De nuevo os dejo mi artículo en el “Semanario La Comarca”

Articulo 4 semanario_001

    Con motivo de mi participación en las jornadas sobre fibromialgia, que han tenido lugar en Pozoblanco esta semana; gracias al trabajo de la Asociación AFINORC, y algunos compañeros; os quiero dejar algunas reflexiones sobre esta abundante situación vital. Me refiero al estrés, claro.

    Antes de nada unas preguntas: ¿Qué concepto tienes del estrés?. ¿Es "bueno", o "malo"?. ¿Sirve para algo?. ¿Es eficaz?. ¿Su origen está en tí, o en las circunstancias que te toca vivir?. Es decir, tus circunstancias son de por sí estresantes?. O por el contrario, ¿lo que las hace estresantes es tu forma de verlas y situarte ante ellas?

    Fíjate que la respuesta a estas preguntas nos da varias opciones de trabajar en tú estrés.

     Pero también, estas preguntas, nos plantean algunas dudas muy interesantes sobre cómo lo percibimos y esta claro que según esto, sobre sus efectos en nosotros.

    Si combinamos las respuestas a estas preguntas nos pueden salir varias situaciones que, además de frecuentes, tienen distintos efectos sobre nuestra salud.

1. El estrés es malo y depende de mis circunstancias. Esta demostrado que la percepción del estrés o la ansiedad, como algo "malo", dificulta mi gestión emocional de este y tiene consecuencias negativas en la respuesta fisiológica de mi cuerpo ante él. Si esto lo uno a pensar que no depende de mi, sino de mis circunstancias... Sólo me queda esperar un milagro.

2. Puedo verlo como algo inherente a mi estilo de vida, ni "bueno" ni "malo", sólo un producto de esta sociedad. En este caso está claro que mi percepción de el no incrementa los efectos negativos sobre mi salud de este. Pero al igual que en el caso anterior, como pienso que no depende de mi; tampoco tengo, ni busco, herramientas para cambiarlo.

3. La tercera opción, la más realista; es percibir la ansiedad, como una respuesta adaptativa y preparatoria de mi organismo para enfrentarse a situaciones complejas que requieren de un extra de mi. Si además, me doy cuenta de que ver estas situaciones como complejas o difíciles de abordar dependerá de mis habilidades, conocimientos y recursos para afrontarlas, tengo infinitas posibilidades de mejora. ¿No te parece?

   Quizá se te ocurran más formas de verlo. ¡Seguro!, ¡Genial! Todas te ofrecen nuevas posibilidades. Nuevas formas de afrontarlo. Ya sólo nos queda saber cómo.

     ¿Seguro que el primer día que te sentaste al volante de un coche te pareció algo muy complejo y estresante? Hoy, después de cien mil kilómetros y un montón de habilidades adquiridas, eres capaz de hacerlo incluso escuchando música o charlando.

    Te propongo que sigas este camino. Lo conseguirás.

    Al igual que en la autoescuela, es más eficaz tener un maestro o guía, también aquí, en este semanario, te propongo que lo hagamos juntos. Con tus preguntas a través del correo. Con mis aportaciones y las de otros con experiencia, podremos conseguirlo. ¿Te animas?

Comentarios